martes, 13 de mayo de 2008

Abstencionismo Electoral (ENSAYO)

Abstencionismo Electoral: Un Vistazo a una Triste Realidad

“Esta consideración de la abstención como derecho legítimo de los ciudadanos, y que es índice de un estado de opinión tan significativo como las mismas variaciones en el número de votos de las fuerzas políticas en liza, no puede hacernos dejar de lado los efectos o consecuencias: por un lado, formula el escepticismo respecto de las elecciones como forma más importante de la democracia representativa y por tanto respecto del nivel o grado de consentimiento en un sistema político en el que el sufragio es el principal modo de expresión y elemento fundamental para la integración funcional de los ciudadanos.” Enrique A. ALCUBILLA; ABSTENCIONISMO ELECTORAL.


El abstencionismo electoral constituye un problema tanto político como social, y es por esta razón que afecta y permea todas las esferas sociales, políticas y económicas del país. Existen distintas razones que pueden justificar en alguna medida el abstencionismo electoral desde un punto de vista político, algunas de ellas son las malas campañas políticas, los malos representantes, los escándalos que involucran a los dirigentes del país con grupos guerrilleros o narcotraficantes, entre muchas otras. Todas las anteriores razones pueden constituir una importante base para defender la posición de abstencionista desde el ámbito político, sin embargo, muchos otros problemas surgen desde el seno del pueblo, quien por distintas razones se muestra apático y a su vez poco compenetrado con la práctica política. Los dos fenómenos, o mejor, las dos causas (tanto la política como la social), suman un sin numero de adeptos que en nuestra sociedad, alcanzan a coaptar una alta proporción del censo electoral.

Quisiera recordar unas palabras que exprese sobre este tema anteriormente: “El abstencionismo es sin duda alguna una de las constantes más importantes en nuestro sistema electoral. Cada vez que son citados los colombianos a las urnas, el numero de personas que renuncian a participar de la escogencia de sus representantes estatales es de inmensas proporciones. Pero alrededor de este fenómeno electoral ha surgido una gran polémica, pues, aunque se podría decir que es evidente y prácticamente un axioma, el hecho que la falta de civismo es la causa prima del abstencionismo, existen indicios y muchas teorías que indican que el abstencionismo se debe a políticas nacidas en la percepción que se tiene en el pueblo sobre la política en general, en la corrupción, y en el total desagrado que se tiene en muchas esferas de la sociedad hacia los caudillos políticos del país”[1].

Antes de continuar indagando al respecto se debe definir que es abstencionismo, para de esta forma darle una factible solución a tan agobiante problema. [El Abstencionismo Electoral] “Hace referencia a la no participación de los ciudadanos en los procesos electorales en los que tiene derecho a votar”[2], y por tanto hace de los abstencionistas “persona(s) que estando en capacidad de votar, de manera voluntaria decide(n) no hacerlo. Esta decisión puede responder tanto a la apatía o desinterés del ciudadano frente a la política, como a una protesta contra las opciones electorales en disputa.”[3]

Teniendo ya definidos los temas, y viendo como una organización especializada describe este flagelo electoral, surge una importante incógnita: ¿no será acaso que la misma apatía y falta de participación política es lo que ha permitido que malos dirigente políticos sean elegidos en los distintos comicios electorales? Muy seguramente esta es una pregunta cuya respuesta es dialéctica, mejor dicho, “no votamos por que siempre son elegidos malos representantes; son elegidos malos representantes por que la gente no vota”; esto constituiría un circulo vicioso, donde la única perjudicada es la sociedad, pues se ven deslegitimadas instituciones donde los miembros son escogidos por elección popular y donde la corrupción, el clientelismo, y la politiquería están a la orden del día.

Soy de los que piensa que si existe un sistema democrático, donde se le garantiza el derecho al voto y una parte importante de los cargos públicos son de elección popular, pero también donde una gran mayoría las personas que hacen parte de dicho sistema no hace uso constante y responsable de sus derechos políticos, contribuye indirectamente para que este sistema pueda ser visto como poco legitimo, pues la verdad, la voluntad y la opinión de todos los votantes en potencia, no es expresada, y en muchos casos, ni siquiera la de la mayoría; es por esto que no se podría hablar de una verdadera elección mayoritaria de representantes y mucho menos de la deferencia del poder constituyente (Emmanuel Sieyes) emanado del pueblo.

Continuando con el análisis de las raíces del abstencionismo, valdría la pena indagar acerca de los posibles orígenes sociológicos. Entre las muchas causas están: la falta de idealización política, es decir la falta de interés o apatía por los movimientos políticos y la esfera política en general; distintos aspectos psicológicos y relativos a la idiosincrasia, como lo es la percepción equivocada de la maquinaria política como un instrumento para “enriquecer a las elites” o la apreciación del político como un ser doble, sagaz, mentiroso y sin compromiso con la sociedad; rebeldía o desprecio por el sistema político, los candidatos, y las propuestas poco interesantes o que poco se acomodan a las necesidades de la gente. Adherido a esta surge a la vista una nueva posibilidad, una mucho más preocupante: la conformidad. Es decir la capacidad de hacerse los de la vista gorda y mantenerse en un status quo.

Aristóteles alguna vez dijo: “Cómoda indiferencia de los pueblos que se contentan con que le den los problemas resueltos”. Este es el caso de estas personas que quieren ver un cambio, pero que no quieren ser parte de él; que quieren ser parte de una sociedad, pero cuando esta los llama y los tiene en cuenta, buscan aislarse de la realidad; son personas que no entienden la necesidad de establecer limites, de ejercer un importante control, de contribuir a formar una sociedad de cimientos democráticos, y propulsar una representación global de las necesidades de la población. La gente debe participar en las elecciones. Somos seres que tendemos a vivir en comunidad, y por esta razón no podemos ser ajenos a sus dolencias. Nuestra responsabilidad como miembros de una agrupación de personas, la cual basa sus preceptos en las ideas democráticas, es expresar nuestra aprobación o inconformismo frente a propuestas y personas, las cuales tomaran las riendas o no de nuestra sociedad, pero al abstenernos solo estamos incurriendo en una falta de civismo y catapultando un paulatino desmoronamiento de nuestro logro mas importante conseguido y consolidado a través de los tiempos: nuestros derechos.

Quizás las personas desconozcan su importancia al votar, o pensaran que cuando una persona deposita su opinión favorable frente a un candidato que no gana en las urnas su voto se ve perdido, pero no es así. Esta haciendo una importante labor, pues esta participando en la toma de decisiones. Obviamente, no podemos pretender que la gente se acerque a las urnas con un “velo de la ignorancia” y de esta forma no vote por el candidato que mas le convenga, pero tampoco se puede pretender ver los comicios electorales como la lucha de dos caudillos o lideres políticos, o la lucha de dos o mas movimientos o colores que buscan la cima, pues no todo puede ser visto sin matices, y mucho menos se puede dejar a un lado lo sublime que puede llegar a ser votar en blanco.

Si, el votar en blanco también es una posibilidad. A diferencia de la abstención, esta verdaderamente demuestra inconformidad, y lo más importante es que puede dar un giro substancial en una carrera electoral. Para no ir muy lejos, se puede uno remitir a las elecciones de 2005[4] de Cartagena, Colombia, donde el Voto en Blanco alcanzo la importante suma de 40.068 votos, en comparación con los 54.583 votos con los que contó el candidato ganador. Esto no solo revitalizo esta practica (la de demostrar el inconformismo por medio del voto en blanco) sino que también demostró al mundo entero que si se hace una campaña de cultura electoral, se puede modificar la maquinaria política, se pueden crear procesos mas serios, así como hacer un tipo de protesta distinta a la de rayar las paredes y tirar piedras como cavernícolas. Pensándolo bien, opino que seria una importante protesta, que en vez de hacer movilizaciones armadas y peleas, haya una alta convergencia a las urnas, y de una forma más civilizada, democrática, y participativa, logren imponer sus ideales, y modificar la sociedad que tanto critican.

Haciendo un acercamiento hacia las posibles soluciones, quizás la más notoria es la del Voto Obligatorio. Muchas personas piensan que permitiéndole al ejecutivo establecer dicha práctica y concediéndole poderes para coaccionar o sancionar en caso tal de que una persona incumpla con lo dicho en la norma, se presta una solución esta problemática. Pero la verdad, esto solo haría de nuestra sociedad una opresora, seria un total agravio frente a los ideales democráticos, pues no seria un voto verdaderamente libre. La única solución que efectivamente podría solventar esta nebulosa es la educación, y este servicio solo puede ser prestado universalmente por el Estado.

No es raro saber sobre esta problemática, es más, casi todo el mundo conoce sobre este flagelo. Lastimosamente la gente no toma conciencia al respecto, y prefiere entregar su destino y las riendas del país a una minima parte de la población. De nada sirve hablar sobre este tema si las entidades gubernamentales no se empeñan en concientizar a las mayorías sobre la importancia de su participación en los comicios electorales. ¿Será entonces que algún día lograremos ser lo suficientemente cívicos como para entender que la toma de decisiones políticas debe ser una responsabilidad de todos, y no una tarea aislada? ¿Y será que alguna vez nos daremos cuenta que criticar a un gobierno es muy fácil, pero que uno solo debe criticar si verdaderamente ha hecho parte del proceso democrático? Amanecerá y veremos.



































[1] www.henaozapata.blogspot.com
[2] Definición de Abstencionismo Electoral según VOTE BIEN.
[3] Definición Abstencionista Electoral según VOTE BIEN.
[4] Vale la pena aclarar que se dio una importante abstención, que alcanzo el 78%.

1 comentario:

Guillermo dijo...

Muy buen post ...

yo no participo porque no estoy de acuerdo con la democracia representativa. Aún cuando la democracia directa es una utopía, creo más en lo que puedo hacer yo mismo o alguna comunidad de dimensiones manejables en la que pueda participar . también estoy en contra de que los funcionarios públicos reciban sueldos tan asquerosamente grandes . inmunidades legales . oportunidad para clientelismo y apoyar intereses personales . y todo lo demás que hace de este sistema algo tan sucio